Esta versión de Aladdin nos da una enseñanza súper interesante:
La relación de Aladdin y el genio al principio es basada en los deseos de Aladdin. El es el maestro y el genio el servidor, obligado a cumplir lo que su dueño quisiera. Pero con el tiempo, la relación cambia, ahora se basa en la amistad. Aladdin toma en cuenta los deseos y consejos del genio.
No se tu, pero en mis primeros años siguiendo a Cristo, yo pensaba que Dios era un genio mágico, obligado a cumplir mis oraciones. Con el tiempo fui madurando y supe que Dios no era mi sirviente, sino mi Señor. Entonces me fui al polo opuesto, comencé a pedirle cosas dependiendo de mi desempeño. Es decir, cuando hacia algo bueno, yo oraba con confianza. Cuando hacia algo malo, no me atrevía a orar.
Pero cuando entendí el significado de la gracia de Dios y el alcance del sacrificio de Cristo, entendí que podía acercarme a Dios como un amigo, como un padre. Comencé a preguntarle cuáles eran sus deseos y los obedecía con amor.
Para ti, ¿Dios es tu amigo o tu sirviente?
Esta noche cuando ores antes de dormir o mañana cuando despiertes y hagas tu devocional, examina cuál es la actitud de tu oración. Acércate confiadamente al trono de la gracia, entendiendo que Dios es el Señor y tu amigo, gracias a Jesucristo.