Quiero confesar, si todavía tengo tiempo de hacerlo, que perdí «mi primer amor». Se que te sonará extraño porque NO LO PARECE, pero sí. Me acomodé al cargo de «líder juvenil» y solo corría hasta donde me dejaban, se me olvidó que hay una milla extra, unos sueños de Dios en mi corazón, unos proyectos divinos tipo tabernáculo esperando por mi. Estaba adormeciendo el Leon que llevó dentro y hoy me arrepiento de eso.
Cargo mi cruz otra vez, asumo el compromiso de nuevo y no importa cuan extremo o radical sea, cuantos compañeros de viaje pierda, es un costo que prefiero pagar para ganar lo que no puedo perder.
No importa cuantas veces pierdas tu primer amor, vuelve a recuperarlo y no lo vuelvas a perder otra vez, pero si lo pierdes vuelve a buscarlo y no lo vuelvas a perder!