Cada día es un milagro para mi. Sin embargo, esta pequeña lista contiene aquellos que más impacto han causado en mi vida. Muchas gracias a todos los que hicieron que este año fuera inolvidable para mi. Los animo a tomar un rato para enumerar las bondades de Dios. ¡Un corazón agradecido siempre será bendecido!
Mi primera vez en Nashville
A principios de año estaba cubriendo unas vacaciones en Belcorp y mi contrato terminaba a finales de Enero. En esos días había comprado un pasaje para visitar EEUU pero el viaje se canceló y me quedé sin dinero y sin trabajo. Mi amigo Ps. Mike Cantrell me invitó a la conferencia estudiantil ONE en Nashville y con el pasaje que había comprado, viajé hasta Florida y mi iglesia me ayudó a pagar el restante. Ps. Phillip Steele me brindó su casa y no tuve carencia de nada. Muchas cosas pasaron durante esa semana… Sigue leyendo.
De nuevo en Belcorp
Estando en Nashville recibí un correo donde me ofrecían empleo en Belcorp. Aunque no me pagarían mucho, decidí tomarlo porque sabía que no era un empleo difícil y además necesitaba el dinero. El último día antes de volver a Rep. Dominicana, Ps. Mike me invitó a la escuela de Campus Ministry en Julio y acepté. Trabajar en Belcorp me ayudaría a ahorrar para asistir a ella, pero Dios tenía mejores planes…
Ten Days Santo Domingo
Mientras estuve trabajando en Belcorp también estuve organizando el equipo local que trabajaría en el primer Ten Days de Santo Domingo y coordinando varios detalles para recibir al equipo visitante. Fue una labor ardua pero tuvo su recompensa porque muchas vidas fueron salvas. Por dos días celebramos la primera conferencia universitaria de ENC en mi iglesia, Dios abrió puertas para que visitara la escuela de Campus Ministry y también me permitió conocer a alguien sumamente especial para mi…
School of Campus Ministry
Durante los primeros días del Ten Days conocí mejor a mi hermano Aaron y al Ps. Gregg, a quienes Dios usó para llevarme a Nashville otra vez. Cleo y Sarah Rucker se convirtieron en mis hermanos mayores, me ofrecieron alojamiento en su casa y Ps. Mike me ayudó económica y emocionalmente. No me faltó nada, Dios transformó mi vida, restaurando mi alma y preparándome para el ministerio.
MPD y K
Después de la escuela comenzó el proceso de MPD (ministry partnership development). Fueron días duros pero no estuve solo porque Dios puso a K en mi vida. Ella es un milagro especial para mi, sin su apoyo durante esos días creo que no lo hubiese logrado. Creo que ella fue una de las razones por las que Dios me llevó a EEUU y me mantuvo allá por varios meses, para mostrarme su amor y permitirme mostrarle el mío.
Los días que estuve en EEUU me cambiaron para siempre positivamente. Dios me guardó, me sostuvo y bendijo eternamente. Aunque por muchos días me vi sin dinero, el Señor usó a mi familia y amigos para proveer para mi. Ahora es mi turno de dar, confiando en que por más que de, nunca me quedaré sin nada, Dios siempre me dará más y no me dejará.
Una pausa en Fort Lauderdale
Ya cuando venía para Rep. Dominicana, perdí el vuelo en Florida y casi me muero del susto porque no tenia dinero para volver a Washington DC. Una de las asistentes me ayudó a conseguir un vuelo esa misma noche para Santiago y mi hermana Laura me ayudó a pagar la diferencia por el vuelo. Después de un largo día llegué a Santiago y mis tios me recogieron en el aeropuerto.
Ahora mismo estoy en Santo Domingo, con mi familia. Aunque estos tiempos son difíciles me alegro de que todo está bien porque Dios tiene el control, sus misericordias se han renovado sobre mi vida cada día. Por su gracia me ha dado el privilegio de predicar el evangelio, me siento honrado y lleno de su favor. Mi vida es suya y se que todo lo suyo es mio.
¡El Señor es bueno y nunca desampara a los que en él confían!
Así que, prepárate 2017… ¡Allá voy!